Parapente Iquique y el vino del conocimiento que navegamos en cada vuelo.

Hace muchos años que vuelo, ya van 23 años que estoy volando  parapente continuamente. Pero nunca me asombro que todos los días aprendo algo nuevo. Durante el verano estaba en Palo Buque haciendo clases y al lado mío estaba Patito Palma un instrutor que debe llevar mas de 20 años enseñando. Bueno vi como explicaba a sus alumnos como funciona un rotor con un simple trozo de papel higiénico, donde gráficamente y empíricamente el trozo de papel dibujaba las turbulencia que se veía afectado. Lo mismo me pasa pero con amigos y con gente nueva. Todos tiene algo que aportar aunque todavía no tienen los años de vuelo, quizás los pilotos jóvenes deben bajar la velocidad a que van para que logren ser buenos y viejos pilotos.

Que afortunados son los Iquiqueños de poder volar casi 350 días al año y poder aprender con cada vuelo sumando conocimiento y experiencia la zona norte nos ha dado buenos y viejos pilotos, Leonardo  Andrade, Philip Maltri, Raul Pey que aunque ya no vuela, es uno de los buenos, Raul Petit piloto y buen acróbata. Espero que los otros viejos y buenos pilotos no me critiquen si no los nombro pero daría para hacer una lista.

Que es lo que uno a la mayoría de estos viejos y buenos pilotos es que todos ellos son pilotos experimentados y que aun siguen gozando con cada vuelo.

Ya que nombre la palabra Viejo se me olvidaba Lulo Andrade, que en ultimo asado se tiro un show al estilo Kramer  pero muy superior al comediante.

Todos ellos tienen un objetivo seguir envejeciendo y tomando mas vino del conocimiento y disfrutando del vuelo ya sea como medio de vida o solamente por el placer de despegar, sentir el viento en la cara y tratar de explorar y entender lo invisible. Por que aunque el aire es invisible es una masa que es un fluido y se mueve como si fuese un mar el cual aprendemos a navegar.

 

A finales del 2014 junto a Pablo Bijit, Marcelo Pairoa y Simón Vergara Fieldhouse. Nos organizamos para volar de Rancagua a Santiago y hacer el cross desde el Guindal hasta  el Santuario.  Cuando despegue trataba de controlar la ansiedad de salir del Guindal y empezar el cross hacia Santiago, dia muy turbulento y térmicas muy estrechas y con fuertes descendentes. Siguiendo a  Pairoa que parece que va a su bola se pone en modo cross y ni contesta la radio y se va  adelante con el otro que Patrick Maquinon, que otro pájaro que no pesca. Resumiendo la historia venia siguiendo a estos pilotos y nos quedamos atrapados en un cerro previo a la Leonera. Giraba y enroscaba las térmicas pero no con eficiencia. Asi me consume la anciedad y trato de apretar mas el giro y en uno de esos me salgo de la térmica y entro en un perdida asimétrica con la vela muy atrás y después me vino una abatida de lado, paso muy rápido miro para abajo y tan solo tenia  80 metros al cerro, asi que sin pensarlo lance el paracaídas. Lo primero que hice es tratar de sacar el twist del Beamer que me quedo tras mis casco, como no salio del todo tome uno de los comandos y tirándolo ya logre corregir el curso y no pasar atrás del cerro, pero  cada vez que iba cayendo iba mirando donde iba a caer el conteiner del paracaídas, finalmente me preocupo donde iba aterrizar y aterrize muy suavemente arriba del cerro. Quede a unos 50 metros de la cumbre del cerro, me llevo dos hora y media en bajar. Toda una experiencia bajar por quebradas finalmente llego al valle con la ayuda de dos locales que me bajaron el parapente, con ellos tengo una deuda ya que sin su ayuda todavía estaría tratando de bajar la quebradas.

Cuando me encontré con el grupo en un restoran, les conte lo que me había pasado y Pablo Bijit que apenas conocía como piloto me dio su apreciación que fue muy valida y me dijo que lo que me había pasado es mucho vuelo en biplaza y poco en monoplaza. Un piloto con menos años de vuelo pero con experiencia dándome lecciones de parapente. Tome sus palabras y tome sus palabras como aprendizaje. Todos los días se aprende algo nuevo y de menos te lo esperas. Sigo aprendiendo de otros que todo suma. Yo creo que aparte de llegar a ser un viejo piloto es aprender a escuchar a tus pares pilotos y abrir la mente para entender lo invisible lo que no vemos pero nos gusta navegar en sus aguas de conocimiento. Cada vuelo es diferente y enriquecedor.

 

Saludos.

Parapente Iquique

Juan Sikic Ferreira.